miércoles, 21 de abril de 2010

Hoy te invitamos a compartir tu historia...
tu vivencia durante ese acto mágico y
sagrado de NACER.
Seria maravilloso, poder contar
con tu experiencia.....


TAMBIEN TE INVITAMOS A PARTICIPAR
"CREANDO"
UTILIZANDO CUALQUIER TIPO DE
TECNICA Y MATERIAL.


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No importan las distancias, la edad, el género, el idioma...
Queremos difundir, para defender nuestro derecho a un Parto Placentero!
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martes, 13 de abril de 2010

uso de la peridural

El uso de la peridural en el parto alcanza el 80 por ciento en el sector privado
La peridural, que permite calmar el dolor durante el trabajo de parto, es un recurso cada vez más utilizado. En el ámbito de la salud privada de Rosario más de la mitad de las parturientas tienen a sus hijos con este método analgésico, llegando hasta el 80% en algunos sanatorios. La situación es diferente en el ámbito público. Por falta de recursos, el uso de la anestesia baja considerablemente.
En el Hospital Roque Sáenz Peña se le coloca a una de cada diez mujeres. En la Maternidad Martin, que fue equipada en los últimos dos años, su uso trepó al 40%. Obstetras y anestesiólogos coinciden en que la analgesia para el parto, cuando es aplicada por un profesional entrenado, tiene mínimos riesgos y facilita el proceso. Es más, muchos consideran que al darle confort a la paciente hasta puede evitar una cesárea.
En la década del 80, con el advenimiento de nuevas drogas y catéteres, la peridural comenzó a cobrar protagonismo en el trabajo de parto. La práctica se duplicó en los últimos diez años y hoy puede decirse que su uso es habitual. Todos los profesionales aseguran que no debe indicarse masivamente sino que tiene que ser aplicada cuando el dolor de la mujer se torna insoportable e incluso si la paciente lo requiere. Sin embargo, no todas tienen acceso.
En los hospitales públicos la falta de recursos técnicos suele impedirlo.La Maternidad Martin es un claro ejemplo de cómo cambió el panorama al mejorarse las condiciones edilicias y la política en torno a este tema. En la “vieja maternidad” la aplicación de la peridural no superaba el 20%. “Teníamos 6 ó 7 mujeres en trabajo de parto en una misma sala. Para ofrecerles la analgesia hay que contar, primero, con un ámbito de privacidad y condiciones adecuadas, y además con un anestesiólogo que no sólo la coloque sino que siga de cerca todo el proceso. De allí que era imposible que pudiésemos otorgarla a todas las que la necesitaban”, explicó Silvia Carbognani, médica, directora de la Martin, entidad que tiene el mayor número de partos anuales en la ciudad.
Actualmente allí se hace el trabajo de parto en habitaciones individuales al tiempo que se incrementaron las posibilidades técnicas y profesionales. En dos años el porcentaje de uso de la peridural subió al 40%. Es más, entre las mujeres que suelen atenderse en efectores públicos circula el concepto de que “si lo tenés en la Martin es mejor porque te ponen anestesia”.Jorge Kaller, jefe del servicio de anestesiología en dicha maternidad, reconoce y explica este cambio: “El acceso a la peridural en las instituciones públicas es un hecho muy importante en un momento tan significativo como es el nacimiento de un hijo.
La incorporación en la nueva maternidad de más recursos humanos y una política adecuada permiten que hoy se le pueda brindar a todas las mujeres que lo necesitan”.El anestesiólogo Máximo Gaischuk, que trabaja en el sector privado y también en el Hospital Centenario, dio su opinión: “Desgraciadamente en algunas oportunidades se choca con la limitante económica ya que todavía hay obras sociales e incluso prepagas que no cubren la peridural o sólo lo hace en ocasiones especiales como si el tratamiento del dolor no fuera suficiente motivo para hacerlo”.Gaischuk agregó que es “increíble que hoy se considere a este procedimiento como un elemento de lujo” y que existan quienes se apegan al mandato bíblico de “parirás con dolor”. Y concluyó: “El dolor que mejor se soporta es el ajeno”.¿Y los riesgos? Como todo acto médico, la aplicación de la analgesia para parto tiene sus indicaciones y sus posibles complicaciones. Estos potenciales riesgos deben ser explicados oportunamente a la paciente.
Todos los consultados coinciden en que si se toman las medidas para evitarlos o minimizarlos, y el procedimiento está en manos de anestesiólogos especialmente capacitados, la tasa de complicaciones es muy baja. Entre los inconvenientes citan hipotensión de la embarazada (baja de la presión arterial), desaceleración del ritmo del parto, temblor y náuseas, dolor en la zona de la aplicación (espalda) y dificultades para orinar. En muy raras ocasiones la aplicación puede ocasionar lesiones en la médula.Natural o medicalizado.
En los últimos años creció la tendencia de “parto humanizado” que valora el proceso natural del nacimiento y rechaza el uso de drogas y mecanismos invasivos durante el mismo. “Si nos informamos, si nos conocemos, si nos escuchamos, si nos permitimos ser y sentir, seguramente buscaríamos otros recursos antes de optar por la famosa peri: movimiento, bañomasaje, visualización y compresas”, dicen desde Doulas de Rosario, un grupo de mujeres que trabaja en el marco del “parto respetado”.Al respecto, el obstetra Hugo Páez dijo que sin dudas “el mejor parto es aquel que no requiere de ningún procedimiento invasivo”, pero destacó que hay situaciones en las que el uso de la peridural es conveniente. “Si está bien indicada es extraordinaria tanto para la mujer como para el bebé. Permite que el proceso sea más tranquilo y que se disfrute. De hecho, muchos partos vaginales, que es lo ideal, no terminan en cesárea gracias a la ayuda de la peridural”.Martín Baraldi, presidente de la Asociación de Obstetricia y Ginecología de Rosario, destacó que es fundamental que la embarazada hable del tema con su obstetra en las consultas previas, algo que lamentablemente, dijo, no se puede dar en el sector público, donde habitualmente la paciente se atiende en efectores cercanos a su hogar y llega al hospital sólo en el momento del parto.“No creo en la aplicación de la peridural porque sí. Pero está comprobado que un alto porcentaje de parturientas presentan dolor severo o muy intenso y que eso puede influir negativamente”, aseguró.

domingo, 11 de abril de 2010

un mimo

para comenzar bien la semana dejamos este regalo para las madres y familias, que estan transitando o vivieron un embarazo.

http://www.youtube.com/watch?v=gVV88L4ESh8

les dejamos un abrazo grande, de la mano de Joan Manuel Serrat ♥

Recomendaciones de la OMS

16 recomendaciones generales de la OMS (Organización Mundial de la Salud) sobre los derechos de la mujer embarazada y su bebé. Fueron publicadas y reconocidas por la Conferencia Internacional de Fortaleza (Brasil), entre el 22-26 de Abril de 1985

1- Que toda la comunidad debería estar informado sobre las diversas formas de cuidados en relación con el parto, con el objetivo de que cada mujer pueda optar por ella misma por lo que mas le conviene.
2- Sería necesario animar y favorecer la formación de comadronas y de parteras o matronas tradicionales, que serían responsables de las atenciones a dispersar en caso de embarazo normal, parto y postparto.
3- Es preciso difundir entre los usuarios de los distintos hospitales, informaciones sobre las practicas en vigor en los hospitales respectivos, en materia de partos y nacimientos (tasas de cesáreas y episiotomías).
4- Los países en los que la tasa de mortalidad peri-natal son las más bajas del mundo, tienen también las tasas de cesáreas inferiores a 10 por 100. No hay pues ninguna razón que justifique que existan, en ningún país, tasa de cesárea superior a ese número.
5- No existe nada objetivo que demuestre la necesidad de una cesárea en las mujeres que hayan sufrido anteriormente una cesárea segmentaria transversal. El parto por vías naturales en las mujeres con una cesárea anterior debería ser estimulado, cada vez que se disponga de una infraestructura quirúrgica en caso de urgencia.
6- No está demostrado que la monitorización fetal de rutina durante el parto tenga un efecto positivo sobre el bebé o sobre la mamá.
7- El rasurado del pubis o administración de un enema (lavativa) antes del parto, no son necesarios en absoluto.
8- Las mujeres no deberían ser acostadas sobre la espalda (en posición obstétrica tradicional) durante el trabajo de parto. Se las debería estimular a caminar durante el trabajo de dilatación y a elegir la postura que deseen para el momento del parto/nacimiento.
9- La episiotomía (corte del periné) sistemática, no está justificada en absoluto.
10- El parto no debería ser provocado por comodidad y no debería provocarse artificialmente ningún parto que no lo requieran las indicaciones médicas precisas y justificadas. Ningún país deberá tener tasas, de provocación de partos, superiores a 10%.
11- Durante el desarrollo del parto, sería preciso evitar la administración sistemática de analgésicos o anestésicos que estén expresamente indicados para tratar o prevenir una complicación real.
12- La ruptura artificial de membranas no es indispensable antes de un estadio muy avanzado de parto.
13- El recién nacido debería estar siempre con su madre, siempre y cuando el estado de salud de los dos lo permita. Ningún examen justifica que se separe a un recién nacido sin problemas de salud de su madre.
14- La lactancia materna debe ser estimulada lo antes posible, antes incluso de que la madre abandone la sala de partos.
15- La evolución de la tecnología debería revestir un carácter multidisciplinario e incluir desde las personas que rodean y prestan sus cuidados y atención a la embarazada, hasta epidemiólogos, especialistas en ciencias sociales y autoridades sanitarias. Las mujeres deberían participar en la planificación de la utilización tecnológica, así como de la evaluación de sus resultados y de la difusión de estos. Estos resultados deberían ser comunicados a todos aquellos que tienen permiso de obtenerlos, así como las diversas colectividades que han participado en la elaboración de la búsqueda.
16- Los gobiernos deberían dotarse de los medios necesarios para la realización de encuestas colectivas que permitieran evaluar la tecnología obstétrica, y deberían establecer políticas muy claras y específicas sobre la introducción de la misma tecnología a los servicios de salud.