jueves, 13 de mayo de 2010

Nacimiento de Afrodita y Dafne...Por Belen

Soy Belén, mama de dos niñas, vivo en Suiza. Durante mi primer embarazo me atendí en Hospital Materno (publico) previo al parto asistí a una charla con la partera y conocí el hospital y sus salas.
Tenía fecha para 9 abril pero el 24 de marzo a las 16 .15 aproximadamente rompí bolsa en casa, llame al hospital me dijeron q me quedara tranquila y un rato más tarde fui a hospital, me hicieron el test y verificamos que si había roto bolsa. Me hicieron monitoreo, una eco y todo salía muy bien. Al tener poca dilatación trabaje en la sala de partos, allí estábamos solo la partera Sergio mi marido y yo....la partera solo me preguntaba si quería música, ella me hacia masajes con aceites, lleno una bañera con agua, mientras me movía en la pelota dando libertad a lo que yo quería. Me sentí muy acompañada por Sergio.
Cuando me metí al agua me relaje estuve un muy poco y comencé a sentir que nacía, la partera me hizo tacto y tenía 10 de dilatación, luego puso unas colchonetas toallas sobre el piso y sola me puse en 4 patas, nadie me dijo nada, Sergio se sentó en la pelota y así estuvimos 10 minutos, la partera me masajeaba atrás con algo tibio aceites, eso me relajaba .... Cuando empezó a coronar la cabeza del bebe llego el doctor.
Yo continuaba en esa posición y al instante nació solita, la tome en mis brazos, Sergio corto el cordón. La partera me ayudo a levantarme y me acosté afrodita sobre mi teta, comenzamos con éxito la lactancia. El doctor me reviso y luego alumbré la placenta, y la observé por un momento, gracias a ella mi hija estaba hoy en mis brazos. Me hicieron 2 puntos, pero sin episiotomía solo fue un desgarro natural.
En ningún momento me separaron de mí, la revisaron sobre mi pecho. Luego de todo eso, me trajeron nesquik y a Sergio café y otra vez solos, conociéndonos como familia, anidando. Luego ya de 2 hs le hicieron los controles a la bebe. A las 3 hs me pare y me fui solita con mi bebé a la sala en la que quedaba internada....
Pasaron 2 años desde q nació Afrodita y no puedo dejar de pensar y sentir que el embarazo y el parto fue lo mejor que, me paso en la vida!!!
Por eso me entristece cuando veo que a muchas mamas les practican cesáreas sin ningún tipo de justificación y las mujeres las mujeres aceptan, por miedo o comodidad. Acá, en Suiza siempre te dejan parir, incluso si viene de cola incluso, si pesa más de 4 kilos.



Durante el embarazo de de mi segunda hija Dafne hice bastante reposo por tener contracciones desde la semana 30, entonces estuve más controlada. Pero fue falsa alarma…
Una tarde empecé con contracciones y después de cenar fui al hospital pero tenía poca dilatación, de ahí mismo fuimos a caminar por el bosque, con mi esposo, bajo la lluvia estuvimos dando vueltas 40 minutos. Regresamos al hospital y recibí medicina homeopática que ayudaría a desencadenar el trabajo de parto, y si no era el momento…no pasaba nada, volvía a casa. Luego me sumergí en la pileta para parir y nos quedamos solos, con mi esposo y comencé a sentir contracciones más fuertes. En ese momento llamamos a la partera. Mi instinto me llevo a ponerme en cuatro patas como en el nacimiento de mi primera hija. El médico no participo en nada solo está presente por precaución y para luego controlar a la mama.
A penas nació mi bebe me la acercaron y la tuve en mis brazos, aun dentro del agua. Luego Sergio mi esposo corto el cordón, ella nació 23,45 hs. Estuvimos un rato en ese lugar y luego fuimos a la cama. Mi bebe se prendió muy bien a la teta. Luego expulsé la placenta y quedamos los tres tranquilos, relajados tomando algo, después de tanto trabajo. Luego de una hora, hicieron los controles de rutina a la bebe, pero siempre a mi lado.

Algunas cosas que rescato de la atención en Suiza, es que la obra social te cubre las visitas de la partera a tu casa, durante el pos parto, esto ayuda en la lactancia, los cuidados del recién nacido, control de la mama y hasta como ambientar la casa para la llegada del bebe.
También son muy amantes de la medicina natural, los te para todo, antes que medicamentos tradicionales.
Conozco madres que pasadas de FUM a las que se le realiza acupuntura o intentan mil cosas (naturales) para ayudar a que el parto se desencadene. Si rompes bolsa te esperan hasta 25 horas, no aceleran los tiempos…No hay diferencia en la atención de un hospital público a uno privado, tenés diferencias en las comodidades, que a mi entender son triviales (tv plasma,etc, etc)

Mis nenas son muy buenas y tranquilas yo creo que tendrá que ver con el embarazo y el parto que tuvieron, me mentalice en que si lograba tener un buen parto ellas serian felices. Y así es!

domingo, 9 de mayo de 2010

Nacimiento prematuro, por Adriana

Quisiera compartir mi experiencia en el parto de mis hijos, Tomás y Victoria, que llegaron al mundo un poco temprano: cursando la semana 26 de gestación!!!
Esa noche la pasé súper mal!!! La panza se me ponía re dura, estaba súper descompuesta, y tempranito llamé a mi ginecólogo, que me vio recién a las 6 de la tarde en el consultorio. Para esa hora, ya tenía contracciones cada tres o cuatro minutos ,y para las 20 hs, estaba internada intentando detener lo inevitable: el nacimiento de dos bebés que pesarían 790 y 810 gramos ...Esa noche fue una pesadilla total...los dolores eran insoportables y repercutían además en la zona del ano, por lo que realmente no puedo transmitir el sufrimiento que tuve...Es tan distinto no desear el parto..."si nacen ahora ,se te mueren" me dijo el ginecólogo"...las enfermeras también...mi marido, destrozado...yo, ni hablar...
A las 11 de la mañana, cuando vi que el parto era inminente, me entregué a la voluntad de Dios...internamente le dije "somos tus hijos, que sea tu voluntad..." Entré a la sala de parto sin tener idea de cómo parir, porque aún no había empezado el curso pre-parto...
estaba en la semana 26 de gestación...A mi marido lo veía sufrir tanto, que le dije" yo estoy bien, si te hace mal, no entres..." pobre!!!!El día de hoy me arrepiento!! Así fue como llegó al mundo Tomás, luego me rompieron la bolsa y estalló una ola de vida, tras lo cual nació Victoria, ambos fueron llevados inmediatamente a neo, seguidos por mis ojos impávidos que solo pudieron ver sus colitas mientras los despedía, en un terrible instante en que convergieron odiosamente la vida y la muerte de los dos seres más amados para un papá y una mamá...
Sobrevivieron... en ese momento, yo le pedía a Dios que sus planes fueran dejarlos con nosotros...le abría a María mi corazón, para que leyera en él mis deseos!!! Las primeras horas...los primeros días... a su debido tiempo, pude amamantarlos... después de dos meses y algo, pudimos tenerlos en nuestro pecho los dos pudieron ir sorteando todos los obstáculos y...NO TIENEN NINGÚN TIPO DE SECUELA FÍSICA, en fin...quería compartir mi experiencia de lo que fue un parto prematuro, de una mamá primeriza , de dos bebés muy muy deseados, un momento en el que uno no se atreve a sentir "Bienvenida vida"...porque desconoce el curso de cada ser que es tan frágil, tan lábil que se puede ir en minutos...No hay festejo en un nacimiento prematuro..Se festeja cada minuto que sobreviven, cada inspiración asistida, cada pequeño avance...
El 21 de abril, mis hijos cumplieron nueve años desde que diariamente celebramos la vida y tratamos de honrarla y estar a la altura de tan valioso don....Estoy contando esto un poco para liberar tanto dolor que no he soltado aún...Porque al salir todo bien, uno subestima los efectos de un parto tan traumático...
Agradezco a quien haya leído esto, disculpas por la extensión... y me resta decir Bienvenida vida!!! En todas sus formas!!!!Besos!        Adriana.

SEMANA MUNDIAL POR UN PARTO RESPETADO


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miércoles, 5 de mayo de 2010

El nacimiento de Muna (Mama Paula)

No fue lo que esperaba… fue mil veces mejor!!!!!!
Soy una persona apasionada de lo que hace o vive, y como tal cuando me enteré que estaba embarazada empecé a informarme a cerca de todo lo relacionado con este momento tan especial. Leí libros de embarazo sano, parto respetado y crianza natural, me di cuenta en ese momento la falta de información y la ignorancia con la que algunas mujeres viven este momento. Desde mi lugar de mamá de una beba maravillosa de 9 meses, les digo que informarse es hacerse cargo, y no que los demás decidan como debemos vivir este momento único e irrepetible. Si a veces no dejamos que nuestras mamás nos digan que hacer… ¿porqué a veces seguimos sin cuestionar los procedimientos de algunos profesionales que manipulan nuestro parto para su conveniencia horaria­ o económica?
Pasé por varios ginecólogos explicándoles como quería que fuera mi parto. Si las cosas iban bien (como siempre supe que iban a ir) quería parir con la partera y el doctor como acompañantes no protagonistas. Siempre confié en los instintos y en la naturaleza… y además creo firmemente en el poder del pensamiento y la verdad mi parto fue como lo visualicé miles de veces.
Soy una persona con memoria demasiado selectiva… (por no decir que no tengo buena memoria)…. Pero de mi parto recuerdo cada segundo. Unos días antes en la ultima consulta al doctor, le pregunte a cerca de las contracciones porque la verdad mi embarazo fue tan tranquilo que no las había sentido, y tenia miedo de no darme cuenta cuando llamar a la partera… ahora entiendo porque me dijo que me iba a dar cuenta….
Domingo 12 de julio de 2009.. nos levantamos tarde, mate y medialunas… cerca del mediodía llega Marite (mi hermana por opción que llego de Ushuaia exclusivamente para acompañarme) y ya sentía un leve dolor en las lumbares… ¨Estas deben ser contracciones!!!!¨ pensé. Mi marido Juan, siempre tan prolijo y organizado tomo un cronometro y un cuaderno y comenzó a tomar el tiempo de cada contracción. Nuestra idea era practicar para cuando fueran las indicadoras de trabajo de parto….
Entre mates y charla seguimos tomando los tiempos pero las contracciones empezaron a sentirse cada vez mas fuertes, gracias a yoga supe como buscar las posiciones mas cómodas para atravesarlas… Cerca de las 6 de la tarde el dolor era bastaaaaante más fuerte y los intervalos de descanso más cortos…
Consulte con la partera que acostumbrada a las mamas ansiosas me sugirió que espere… que siga midiendo los tiempos ya que no eran demasiado parejas las contracciones. A la hora de esta consulta supe que ese dolor no era para esperar… Le avise que nos veíamos en la clínica…
Llegue con casi 9 de dilatación!!!!! Llamaron a Barhentin mi medico y vino a la brevedad. Carol la partera, un sol… me hizo los mejores masajes en las lumbares.. era solo cuestión de esperar… las contracciones seguían.. cada una me acercaba un poco mas a mi hija… cada una era un paso mas que me acercaba al momento de conocerla.
Tuve la bendición de parir en la habitación de la clínica ya que la sala de parto estaba ocupada, ¨vos no querias un parto en tu casa? esto es lo mas cercano”…comentó el doctor  y fui tan feliz por eso!!!!
Juan siempre supo que hacer, que decir y cuando no decir nada. Su presencia fue fundamental ya que Muna tenia puesto el cordón de bandolera y eso no la dejaba bajar, asi que con paciencia esperamos que de a poco los pujos la fueran ayudando…… la verdad en un momento estaba cansada de pujar y el me ayudó sosteniendo mi pierna en ese pujo final en el que Muna termino de salir. No hubo episiotomía… ni goteo…ni nada…. los tiempos de la naturaleza son sabios…..

Escuche a mamás comentar que entraban como en trance y así fue. Ahora que lo pienso si hay cosas que no recuerdo que pasaron “alrededor” del parto, charlas entre el doctor y la partera, la cara de la enfermera, Juan sacando fotos... La magia del momento es indescriptible, el cuerpo sabe, nosotras sabemos y si uno se permite seguir los instintos todo surge.

Lo mejor fue verla salir…puedo jurar que el mundo se detuvo como en la propagandas… y sólo existíamos Muna y yo. Liliana (la pediatra) me la dio en seguida, la puse en la teta y la tuve conmigo todo el tiempo que quise. TODOS DESAPARECIERON, ERAMOS SOLO ELLA Y YO. NADA MAS IMPORTO, NI LAS HORAS DE PUJOS, NI EL DOLOR, NADA… LA VI Y FUE UN MILAGRO (cerca de la hora entendí que tenía que dársela para que la revise….)
El papa cortó el cordón y se dedico a sacarnos fotos y avisar a las abuelas…
Mientras escribo veo a Muna jugando alrededor mio y cuando me mira me hace “ojitos” y me sonríe … el mismo instinto que me ayudo a parirla me dice que estamos haciendo las cosas bien…



sábado, 1 de mayo de 2010

ABU SECHS

El embarazo de mi primer hijo lo viví de una manera natural. En aquel entonces vivía parte en City Bell, cerca de La Plata (Argentina) y parte en Barrio Barracas de Capital Federal. Cuando estaba en City Bell podaba los naranjos, me subía a los naranjos a buscar sus frutos. Cortaba el césped con una máquina, hacia una huerta. Todo porque me gustaba. El día que iba a nacer Alberto fui a la feria y volví a casa con las compras y una sandia de diez kilos. Mi panza y la sandía tenían el mismo tamaño. Según el médico que me asistía en Capital Federal, el bebé iba a nacer a fines de diciembre. Yo sabía que iba a nacer el 19 de diciembre de 1971. Había quedado embarazada el 19 de marzo. Siempre supe cuando me quedaba embarazada. Siempre supe cuando ya no era una, cuando éramos dos. Y siempre supe el sexo de mis hijos y elegía un nombre para ese sexo. A la tarde del 19 de diciembre empezaron las contracciones. Alberto había decidido nacer en City Bell. Fuimos a la clínica. En la guardia había dos médicos recién recibidos, cirujanos ellos. Y uno dijo: _ ¿Y ahora…qué hacemos? _ ¡Atiéndanme! _ pensé sentada en una silla sujetándome la panza. Vino una enfermera, me rasuraron y me llevaron a la sala de partos. Me pusieron en la camilla, subieron las piernas, las ataron. Me dijeron que puje, que respire, que puje. Cuando se asomaba Alberto sentí un dolor muy fuerte. Más tarde supe que como era muy grande de hombros y se había trabado, el obstetra que llegó a tiempo, había metido la cabecita otra vez adentro, lo dio vuelta, sacó un hombro y luego el otro. Mi primer hijo pesó 4,100 y yo a la semana estaba en mis 49 kilos de mi juventud. Como no me alcanzaron a hacer el enema y yo había comido buena parte de la sandía, Alberto nació entre una andanada de semillas de sandia. A que no saben ¿Qué? La sandia es la fruta favorita de Alberto. Como correspondía en esa época me cosieron ya que me habían hecho una episiotomía. Yo me enteré cuando estaban cosiendo. Al rato me van a ver a la sala los tres médicos, los dos cirujanos y el partero y me miraban, Alberto ya estaba prendido a la teta. El bebé se quedó en mi cuarto. Nunca permití que se llevaran mis hijos a otro lado. Y los cambiaba yo, a pesar de que las enfermeras no querían. Al día siguiente ya estaba en casa.
Quedé embarazada de Gabriela antes de que Alberto cumpliera el año. Para Gabriela nunca pensamos nombre de varón, sabía que iba a ser nena. Gabi no quería llegar y yo estaba muy pesada, así que caminé, caminé y caminé hasta que comencé el trabajo de parto. Me desperté a medianoche. Puse el lavarropas, me había quedado ropa sin lavar. La colgué. Me rasuré. ¡Esta vez no me agarraban! Me vestí, preparé el bolso cuando las contracciones venían cada tres minutos avisé a mi marido. Era noche de sábado, no se conseguía taxi cuando llegaba a la clínica sentía que la cabecita de Gabi estaba asomando. Me llevaron a la sala de parto, me pusieron en la camilla y nació Gabi con 4.200. Su hermano había abierto el camino. Yo estaba vestida, con zapatos. El médico alcanzó a ponerse los guantes, estaba vestido de traje. Envolvió a Gabi en una sábana y la dejó al lado de la pared en el piso. Yo escuchaba como lloraba y le pedí que me la diera. Estábamos solos los tres. Puse a mi hija sobre mi pecho. Al día siguiente estaba en casa. Mientras estuve embarazada de Alberto, escuchaba a Nat King Kole. Cuando estaba embarazada de Gabi estaba de moda “Balada para un loco”. Era el año 1973. Años más tarde ambos redescubren esa música como su favorita.
El nacimiento de Daniela, digamos fue más normal. Comenzaron las contracciones. Fui al Sanatorio, corría el año 1983 y estaba en Trelew, Chubut. Me internaron, suero si, enema y rasurada no. Ya lo había hecho en casa. Cuando no me veían cerraba el suero. Sala de partos convencional. Parto rápido. Bebe de cuatro kilos más o menos. Al día siguiente en casa.
Quedé embarazada de Guillermo antes de que Daniela cumpla el año. Tenía puesto el Diu. ¡No podía ser! Si estaba embarazada. Me sacaron el Diu y nació Guille. Les cuento que los anticonceptivos no van conmigo. Bueno, cuando quede embarazada de Alberto no tomé ninguna precaución. Con Gabriela fallaron los óvulos, con Daniela los anticonceptivos y con Guille el Diu. Era de aquellas que las miraban y quedaban embarazadas.
El día que nació Guille iba a un taller de títeres. Una semana antes había dado una función de títeres y mi panza chocaba con el teatrino. Casi, casi se cae en más de una oportunidad. Cuando iba al taller de títeres con mi bolsa llena de carpetas, muñecos, fotocopias y material, paso por el jardín, me agacho para correr la manguera que estaba abierta y siento… agua que me corre por las piernas. Entro a la casa, cambio la bolsa de los títeres por la bolsa que tenía la ropita del bebé y llamó a mi marido. Vamos al sanatorio. Los consultorios estaban arriba y la recepcionista me dice que suba las escaleras, agarrándome la cintura le dije que no, que baje el médico. Me pusieron un suero por que el médico tenía consultorio. Cuando no me veían lo cerraba y movía el brazo para que se saliera. A la sala de partos me llevaron entre mi marido y el médico. Era cambio de turno. Como no había enfermera a mano, el médico le dice a mi marido que se ponga el camisolín. Me atendieron entre los dos. Guille nació con 4 kilos. Esta vez me quedé un poco más en el sanatorio para descansar. Había tres chicos en casa y quería disfrutar un ratito sola a mi bebé.
Cuando quedé embarazada de Bárbara tenía 39 años. Por prevención me hicieron un estudio para saber si tendría Síndrome de Down, por la edad ¿Vio? Los estudios se mandaban a Buenos Aires y como había cortes de luz, los resultados tardaron varios meses. Cuando tuve el resultado ya estaba de seis meses. Igual le había dicho al médico que la iba a tener sí o sí. Me operaron de una hernia a los cuatro meses de embarazo. Y a los ocho casi la pierdo. Empecé con contracciones y me internaron de urgencia. Llamé al médico y le dije que si la perdía la quería enterrar como si hubiera nacido a término. Estuve en reposo hasta que nació. El trabajo de parto duró apenas tres horas. Cuando me internaron vino el pediatra a la habitación y me dijo que se iba a atender otro parto a otro sanatorio. Le dije que se quede. Que mis partos eran rápidos. Cuando volvió, Bárbara estaba prendida a la teta. Las dos en la habitación. Fui caminando a la sala de partos. La tuve en una silla. Estuvo mi marido y vistió a la beba. Y tomó teta hasta los cuatro años.
Hace cuarenta años el contexto era otro. Los embarazos no se comentaban mucho. Nos cubríamos el cuerpo y había toda una moda para embarazadas. Creo que se vivía el embarazo en soledad. Al menos lo viví así. Y una, como hembra le ponía el cuerpo. Le puse el cuerpo.
Si me sentí respetada? Si, me sentí respetada. Más vale, me hice respetar. no permití que se llevaran a mis hijos a otra sala y los atendía enseguida, cambiarlos, darles la teta.
Una cosa que veo a la distancia, que los embarazos me transformaron. No soy muy hábil para tejer y coser. Pero cuando estaba embarazada hice los pañales de tela de mis hijos, cosí a mano las batitas, las bordé con punto rococó, les cosí puntillas con punto francés, tejí batitas, tejí y bordé escarpines.. Creo que les hice todo el ajuar. Y luego más grandes hice pantalones, vestiditos, camperas. Esta habilidad la recuperé cuando nacieron mis nietos.
Y me hubiera gustado ser más abierta. Abrirme más a mi familia...
Abu Sechs.