domingo, 8 de agosto de 2010

Relato de Karina

Vivimos junto a mi niño de 4 añitos, una lactancia continuada, donde los dos disfrutamos amamantar, con abrazos y caricias...Hoy quiero compartir parte de nuestra historia, algo que vivimos de forma instintiva y natural.
Durante el embarazo nos informamos sobre lactancia y con mi compañero sabíamos firmemente que sería el mejor alimento para nuestro bebé.
Cuando nació nuestro hijo, lo primero que hice fue acostarlo conmigo y dejar que la lactancia fluya …una sensación hermosa, tenerlo cerca, olerlo, abrazarlo, mirar su boquita...y se estaba alimentando de mi! Es algo inexplicable. Estábamos los dos totalmente enamorados, mirando a nuestro bebe succionar, algo maravilloso.
Esa fue nuestra primer noche, mama y bebe…Vivimos una mala experiencia, por culpa de una enfermera, que decía que mi leche no lo alimentaba e intentó darle una mamadera,…agradezco haber sido fuerte y haber reclamado mi lugar! Pero lloré y me angustie toda la madrugada!
En el Sanatorio, no me habían informado sobre la lactancia a demanda, me habían dicho los famosos 15 minutos de cada teta y cada 3 hs. Mi bebe no llegaba a tomar 15 minutos, se dormía! Llamé a mi mama y me aconsejó no pensar en los tiempos, si no dar teta libremente, cuando el bebe lo necesite y ahí comenzamos…
Al principio fue doloroso, pero era fugaz, luego se pasaba. El momento de amamantar era muy nuestro, escuchábamos música, bajábamos la luz, tratábamos de estar solos, sin personas alrededor. Quedábamos conectados los 3 , siempre en compañía de mi esposo, quien nos apoyó un montón! Nuestro bebe vivía en nuestros brazos tomaba teta a demanda, dormía siestas sobre el pecho de su papi. Durante la noche, dormía pegadito a nosotros, y tenía su teta disponible a cada momento.
Entre los 3 y 4 meses tuvimos una crisis de lactancia, se vinculó a un estado emocional donde nos era muy difícil encontrar energía, vivimos una tristeza grande, la pérdida de una persona muy especial, una amiga muy querida, pero con el apoyo de nuestros padres; pudimos salir adelante, de nuestra tristeza y nuestra crisis, en ningún momento se nos ocurrió darle mamadera como complemento…o pensar que me había quedado sin leche! Fueron días muy difíciles.
Y continuamos nuestra lactancia casi exclusiva hasta los 11 meses, anteriormente nuestro bebe no quería probar ningún tipo de alimento, aumentaba bien de peso así que nos guiamos por el instinto…lo veíamos crecer bien! Ya habría tiempo para comer!
Vivimos una lactancia prolongada, donde disfrutamos de nuestro acto de amor, en la intimidad. Donde practicamos mil malabares y posiciones en el arte de tetar! compartimos, caricias, miradas, besos y juegos.
Nuestra lactancia se dio instintivamente, para nosotros fue un trabajo de a 3, mucho apoyo del papi, que nos preservó y alentó día a día…. Comprendiendo nuestras necesidades, y respetando nuestro momento, sin presiones o cuestionamientos.
También fue muy importante el sostén familiar, a pesar de no tener ejemplos de lactancia cercanos, pero apoyaron nuestra decisión y nos alentaron desde el primer momento.
No es fácil dar teta a demanda, uno tiene que estar disponible 100% para su bebe, ponemos el cuerpo, las emociones y dejamos fluir lo natural, por eso creo que es muy importante el apoyo, de nuestra pareja, la familia y amigos

 Son años de teta y mimos! Pero se disfruta mucho, cuando nuestro niño pone en palabras, lo que siente al tetar, y al ser un acto de a 2, que pueda comprender, cuando estoy cansada o de poco ánimo, donde sólo nos abrazamos, y esperamos el momento…para continuar. Espero y deseo un destete natural…sin presiones, sin obligar, sin negar. Y en eso estamos, de a poco fue dejando sus tomas durante el día, se dio de una forma tan relajada y habitual que no puedo fijar un día exacto en el almanaque… solo pasó Nunca me plantee hasta cuando darle teta, simplemente se fue dando, y así de la misma manera, con el mismo amor, la misma dedicación con la que empezó, de esa forma creemos que debe terminar, y comenzar otra etapa…para descubrirnos nuevamente a través del amor.
Yo siempre estuve segura de hacer lo mejor para mi hijo, mas allá de las criticas (muchas) de personas allegadas y profesionales de la salud, opinando abiertamente sobre NUESTRA lactancia, NUESTRO momento….-“todavía toma teta”, “la usa de chupete”, “todavía tenés leche? Seguro es como agua”, “le vas a crear un trauma” e innumerables frases sin sentido, ante el asombro de ver amamantar a un niño, que ya no es bebe. A veces me molestaba, pero nunca dejamos que nadie se interpusiera. Parece mentira que una madre tenga que “defenderse” por dar teta a su hijo…pero a veces pasa. En realidad no digo que estén equivocados, creo que miran el mundo desde otros ojos, con otros intereses, van por un camino paralelo, donde nunca se cruzaran con nosotros! Y tal vez nunca lleguemos a comprendernos.

Muchas veces la teta, fue su único alimento, pasamos enfermedades (aunque nunca tuvo nada grave) donde era lo único que aceptaba y gracias a ello, no bajaba de peso. También fue nuestra aliada, en momentos de angustia, o en sus primeros golpes. La teta, su último elixir antes de cerrar sus ojitos, y entregarse a los sueños…La teta nuestro amor, nuestro regalo, nuestro descanso, nuestra unión, nuestro recuerdo…por siempre!
Ojala haya muchas madres que tengan el deseo de vivir esta experiencia, y muchos bebes/niños que disfruten ese mágico momento y gocen de una lactancia feliz y en paz!

sábado, 7 de agosto de 2010

Relato de Valeria


Lactando y amando a Guada:
Siempre supe que quería dar el pecho a mi hija. Por eso durante el embarazo me mantuve informada desde el primer momento.Recuerdo todavía los consejos de mi abuela "tu leche es la mejor" mientras más la pongas en el pecho, más leche vas a tener,y tu hija crecerá sana y fuerte.
¡Ay abuela qué sabia eras!! mi abuela no era ni médica, ni monitora de lactancia, ni tenía estudios, ni seminarios...mi abuela tenía 80 años, y a penas sabía leer y escribir. Ella hablaba desde la experiencia de la vida, había amamantado a sus 5 hijas y acompañado a las mismas en la lactancia de sus 15 nietos y 20 bisnietos. ¡cómo se enojaba cuando veía una mamadera de leche!! había que amamantar, por que nuestros hijos no eran terneros para tomar leche de vaca!
Yo estaba decidida a amamantar. Recuerdo que lo primero que hice cuando tuve a mi hija en mis brazos fue ponerla al pecho.Fue algo mágico, conocernos de esa manera, mirar sus ojitos, sus manitos, esa carita tan hermosa, era tan mágico y único a la vez.
A pesar de que me sugirieron darle leche, no hice caso, por suerte tampoco mi hija les hizo mucho caso, ya que la leche que le daban mi mamá, mi marido o mi suegra, mi hija la escupía, Ella sabía que mamá tenía algo muchísimo mejor para darle.
Guadalupe fue una niña sana, rozagante y gordita, aumentaba de peso sorprendentemente para todos con la lactancia materna,teteaba a demanda y colechaba con papá y mamá.
Cuando mi niña cumplió el año y medio, una nueva princesita se gestaba en mi vientre.Obviamente lo primero que me sugirieron fue destetar.
Pero allí estaba mi abuela, nuevamente, aconsejando como una gran cacique sabia, ella me decía que por experiencia, se podía dar el pecho a dos niños, osea lactar en tándem. Yo no sabía mucho, pero dejé que la naturaleza fuera la que decidiera entre nosotras. Fue así que Guada comenzó a mermar las tomas, y dos meses antes de nacer su hermana, ya se había destetado.Todavía recuerdo es última toma, se quedó dormida entre mis brazos, con la boquita en un pecho y su manito acariciando el otro... Disfrutamos unidas de la lactancia durante 2 años y 1 mes...



Mi segunda Lactancia, una lucha a capa y espada.

Nuria llegó una tarde calurosa de Marzo,fue un parto difícil,inducido poco respetado, recuerdo que la vi nacer, pero no me dieron la oportunidad de tenerla en mis brazos,me la sacaron por rutina medica y luego de una hora eterna de espera, logré tenerla entre mis brazos. Venía dormida. Qué tristeza me dió verla así, me habían privado de disfrutar de su primeros momentos, sus primeros gestos, de sentirla en mis brazos y colocarla al pecho, pero nada estaba dicho, le di el primer beso de amor y la puse en mi pecho, y ella lo aceptó, mientras me miraba con esos ojazos bellos.
No tuve grietas ni dolor, mi gordita bella crecía super sana, nació con 3,950 y al mes ya había superado los 6Kg. todo esto gracias a la lactancia exclusiva.
Cuando mi niña cumplió los 3 meses de vida, tuve una descompensación importante:
Diagnóstico: Cálculos en la vesícula.
Sugerencia: operación urgente y destete.
Más de un médico me dijo que aproveche y le saque la teta de una. Por suerte mi médico clínico me dijo que no cortara la lactancia, y que si me animaba a seguir una dieta estricta, podría amamantar por lo menos hasta el año.Así lo hice, dieta de por medio, continuamos con nuestra lactancia, cuando iba llegando al año de vida de mi criatura, todos me decían que me operara, que la dieta y la teta me estaba consumiendo, fue allí que me volqué a internet para averiguar como debía destetar a mi hija, sin que ella sufriera. Así llegué a los foros de maternidad, para mi era todo nuevo. Descubrí que todo lo que hacía con mis niñas, tenía un nombre: Crianza con Apego y Respeto.
Todo un nuevo mundo se abría ante mis ojos, mi instinto no se equivocaba, no estaba malcriando a mis hijas!!! al contrario, estaba haciendo de su infancia un recuerdo inolvidable.
Siguiendo con mi búsqueda, encontré información que avalaba mi posición: podía operarme y sin destetar!Leí muchísimo, y tomé coraje y fui al cirujano, según me habían dicho, uno de los mejores en la provincia.
Una vez allí le explique que no tenía problemas en operarme, de la manera que sea, pero lo que me preocupaba era la lactancia de mi hija, no quería destetar y tenía conocimiento de casos en los que la mamá se había operado sin problema alguno, coordinando de antemano la mendicación compatible con la lactancia materna.
Fue en ese momento cuando ese médico amable se fue trasformando en una persona horrible, por que al escuchar mi comentario sobre la lactancia y al decirle yo con orgullo que llevaba 15 meses hermosos de la misma, me dijo que estaba comentiendo el mayor error de mi vida al darle tanto tiempo el pecho a mi hija, por que lo único que conseguiría con eso era criar una niña caprichosa, inmadura y dependiente de mí, lo mejor para las dos era aprovechar la operación, y destetar" te pongo un inhibidor de la leche en el suero y matamos dos pájaros de un sólo tiro" por que..."le haciendo un daño psicológico irreparable a su hija al exponerla delante de la gente succionando un pecho desnudo"...Todavía recuerdo sus frases y me lleno de rabia e impotencia. No sé de dónde saqué el valor pero le dije que a mi entender el estaba muy equivocado, ya que previo a mi visita me había acesorado y tenía documentos extraídos de LACMAT Y LA LIGA DE LA LECHE donde se avalaba mi postura.
Pero no dió brazo a torcer, su respuesta fue "las organizaciones pueden decir lo que quieran, pero no van a saber más que mi experiencia de tantos años de médico cirujano...."
Recuerdo que cuando salí de ese consultorio, temblaba de impotencia, mis únicas palabras fueron, yo acá no vuelvo más.
Me dedique a mi hija, defendiendo la lactancia a capa y espada, continué con mi dieta, y eso me permitió sobrevivir muchos meses sin ningún tipo de cólicos.
Mi hija crecía sana y teteaba a libre demanda donde sea y como sea, la teta estaba presente!! y yo FELIZ!! Tenía la certeza que estaba en el camino correcto.No fue fácil, encontramos de todo es este camino, gente que nos criticaba, que nos miraba raro, que se sonrojaba otras que nos tiraban indirectas...pero también gente que nos apoyó hasta el último momento.
Fueron 2 años, 10 meses, 3 semanas y 2 días de una lactancia inolvidable!Tengo presente aún esa última noche, casi no tomó nada, su manito me acariciaba, me miró y me dijo:" Te Amo Mamá!"
Hoy analizando sus palabras, siento que ese TE AMO fue su manera de agradecer todo el tiempo compartido, la lucha constante para evitar el destete siempre respetando sus tiempos. Ese TE AMO fue su manera poner fin a una etapa maravillosa que nos involucraba en cuerpo y alma.
Mi hija está creciendo y soy feliz por eso, aunque debo confesar que extraño mucho nuestros momentitos de lactancia-amor y sospecho que ella también ya que en más de una oportunidad la he visto dormirse con su manito acariciando mi pecho.

Mis sentimientos.

Hoy a más de un año del destete siento añoranza por lo que fué, por lo que vivimos, lo que compartimos y lo que luchamos... fueron 5 años de lactancia contínua y estoy orgullosa de eso!!!

La lactancia permitió establecer una relación de miradas, caricías y silencios, donde las palabras no eran necesarias. Sólo éramos nosotras y esa conexión mágica que se créo entre ambas, que continúa y continuará a través de los años.
Amé y amo cada momento sentada en mi sillón observando esos ojitos vencidos de sueño que se entregaban seguros al más dulce descanso, esas manitos que se estrechaban con la mía, nuestras noches de colecho y teta, que nos permitieron hacer alarde de nuestras noches de sueño sin despertares nocturnos, ni llantos, ni desvelos.
Ni hablar de la comodidad de salir a pasear sin tener que estar pendiente de las mamaderas, la leche, el agua.¿y la salud? Excelente!! super sanas,rozagantes, con el peso ideal, o en el caso de Nuria, siempre excedida pero dentro de lo normal.Cero caries, cero cólicos, cero diarreas, cero infecciones, pocos mocos y mucho, mucho AMOR.
Hoy miro a mis hijas tan grandes y tan sanas y siento una satisfacción enorme porque tengo la certeza que le he dado ,el mejor de los regalos, ése que durará para toda la vida.No sé si serán las más inteligentes, o las más destacadas en la profesión que elijan, no sé si serán mejores personas por haber lactado tanto tiempo, sólo sé que les dí lo mejor. No existe nada mejor que la Leche Materna. No existe momento más bello, que esos minutos dedicados exclusivamente a ellos.
Hace unos días leí a una médica misionera que decía "para que una madre pueda amamantar, necesita una tribu que la apoye". Y analizando la frase me doy cuenta que fui muy afortunada al tener a mi tribu de mi lado, por eso hoy quiero agradecerles a ellos, mi tribu:
Mi abuela,mi gran consejera y cacique de mi tribu, mi compañía en los dos embarazos, lamentablemente se fue 3 meses antes del nacimiento de Nuria, pero me dejó su sabiduría y su ejemplo de madre.
Mi mamá,que a la distancia siempre estuvo con sus consejos y muestras de apoyo.
El Dr. José luis, pediatra de mis hijas, que nunca mencionó la palabra destete, a pesar de la edad de mis hijas.
A Desireé, mi primer consejera virtual, que a pesar de las diferencias horarias, siempre estuvo con sus consejos.
Las chicas de CyA, que estuvieron siempre para aconsejarme y apoyarme en los momentos más difíciles.
Al foro de Lacmat,por enseñarme tanto en cada mensaje.
Al la Dra. Alejandra Mercado que respondió mis mails a pesar de no conocerme.
Al papá de mis hijas, por todo el apoyo, el amor y la contención que nos dió, a pesar de todo lo que nos decían, seguía de nuestro lado y si bien en algunas oportunidades dudó, nunca nos obligó a nada, siempre respetó nuestra decisión.
Por último a Mis Princesas, Guadalupe y Nuria, por darme la oportunidad de vivir esta experiencia inolvidable donde donde pude dar lo mejor de mí para ellas, como dice el Dr. carlos Gonzalez, fue"un regalo para toda la vida".

viernes, 6 de agosto de 2010

Relato de Cecilia S.

Hola chicas! Antes que nada me encantò la propuesta!! Recien hoy tengo el tiempo de sentarme a enviar las fotos y contarles un poco de que se trató mi expriencia y mi encuentro con la lactancia y mi maternidad.
Malena naciò el 29/12/07 tras un embarazo precioso e imborrable de mi mente...Cuando llegò el momento del nacimiento, Male llego al mundo en sólo tres pujos, todo muy natural y precioso. Cada minuto es inolvidable...Y también lo es el primer momento en que la puse en la teta...la sensación cuando tomó la teta por primera vez es algo indescriptible para cualquier mama creo yo. Hay que vivirlo para poder recordarlo y sentirlo.
A los pocos meses de nacida Male yo tuve que retornar al trabajo y deseaba que ella siga tomando solo mi teta. Así que comence a andar en foros y alli conoci a Kari y Claudia con quienes, sigo en contacto, Ellas me ayudaron y compartieron conmigo todas estas experiencias que hoy. 2 años y medio después me siento a recordar, otra vez de la mano de estas compañeras.

Cuando llego el momento de retornar al trabajo, yo me extraía mi leche, la almacenaba y su papi se la daba en la mamadera en esa foto male tenia 5 mesesitos. Con mucho esfuerzo y dedicacion logramos que Male no pruebe la sancor BB hasta sus 8 meses, que comenzo a almorzar y cenar...Lo recuerdo con tanto orgullo. Creo que es el mejor regalo que pude dejarle cada dìa que me tenia que ir a trabajar...mi leche, toda para ella. Mi bebota.
La lactancia duro hasta hace exactamente un año, en que yo decidi destetarla, y a veces hasta el dia de hoy, en muchos momentos me arrepiento. Porque Male me hizo saber que no era su momento. Extraño mucho su "teta" durante varios meses...y yo muchas veces me arrepenti de habersela quitado.Debo reconocer que en su momento el cansancio, dolores de espalda y mal dormir me llevaron a esa decision y tambien sé que si hubiese podido resistir mas lo hubiese hecho. Por eso estoy convencida que ambas hicimos lo mejor posible que el camino de la lactancia sea placentero para ambas y nutritivo para mi bebe.
Hoy por hoy sòlo puedo aconsejarles lo mismo...sigan la lactancia mientras les sea placentero, no lo dejen, no se dejen presionar por el entorno, luchen por su amor y por esa mirada que sòlo nuestro bebe nos puede regalar al tomar nuestra leche. Y sólo recibiremos esa carita plácida cuando se duerman en nuestra teta. Disfrutenlo qur es un regalo que tanto a nosotros, como a ellos nos quedará toda la vida.
Hoy por hoy, le cuento esta historia hecha cuento a Male y disfruto vièndola como juega con sus muñecos a que tomen la teta, mima a sus bebes con un amor que sólo unamadre puede dar.Y cada noche me dice: "me contas el cuento de MAle cuando era bebe?"
FELIZ SEMANA Y FELIZ LACTANCIA PARA TODAS!!!!! Y también un GRACIAS al papa de esta historia que sin su apoyo, ésta lactancia no hubiese durado tanto.

Gracias por dejarme este espacio para compartir esta historia...me hace muy feliz.

Besitos, Ceci

Relato de Cecilia V.

En estas fotos estamos mamá y bebe de tres meses, piel con piel en la cama tetando.
Amo la expresión de los ojitos cuando toma la teta y nuestras miradas se encuentran... hoy con 6 casi 7 meses seguimos a full con la teta pienso darle hasta que se canse de tomar.
Comencé a trabajar hace mas de un mes y me espera para tomar la teta, son pocas las veces que toma la leche que le dejo, así que la voy freezando.
                                   Bueno les mando un beso grande!!
                            Cariños de Cecilia y Olivia desde Comodoro Rivadavia- Chubut

 
                                  FELIZ SEMANA DE LA LACTANCIA MATERNA!!!!!!!

jueves, 5 de agosto de 2010

Relato de Paula

Antes de la llegada de Eze fui preparando mis mamas, masajeando y haciendo que se formaran lo pezones, por lectura no por orden médica, estaba ansiosa! Quería dar la teta! Luego al comenzar las clases de pre-parto me preocupaba porque otras mamás contaban que les salía calostro y a mí no! le pregunte a la obstetra y me dijo que tal vez tenia los conductos tapados, efectivamente era eso… logramos solucionarlo y pasar nuestro primer obstáculo.
A mi marido le quedó grabado de los encuentros de pre-parto que no importa el tamaño del pecho… cualquiera puede dar la teta y hasta hoy en día lo discute con uñas y garras.
Al nacer tuve contacto con mi peque pero no piel a piel, sino tela del camisolín piel, el escote era tan cerrado que sólo lo agarre, lo abrace y se postergó el agarre espontáneo.

Luego la falta de fuerza física me imposibilitó darle por mis propios medios la teta, necesite ayuda! Estaba mi mamá que había logrado llegar, (ella vive, lejos) y estar cerca nuestro. Ella tiene la experiencia de amamantar a sus 5 hijos y me trasladó un poco de su sabio conocimiento.
Creí que sería una tarea fácil… sabia que llevaba dedicación pero no me imagine que tanta.
En plena recuperación después de una transfusión de sangre porque había quedado anémica luego, nos dan el alta, allí comienzo a verlo medio amarillento, le realizan los análisis correspondientes y decidieron ponerlo bajo lámpara.
Pasamos al área de neonatología aunque estábamos a metros de distancia, me sentía mal.Las recomendaciones de descanso, buena alimentación e hidratación no se llegaban a cumplir del todo ya que en ningún momento pude descansar de verdad.
Sentí el apoyo del personal de salud en todo momento, pero por otro lado recuerdo todavía la cara de una enfermera que al ver el calostro que había logrado sacar con muchísimo esfuerzo, me dice: ¡pero esto es pura agua!
No quería que le dieran leche en polvo y hacia todo lo posible para tener más y más leche.
Pasado ese tornado, retomamos nuestro camino a casa… la verdad que esos días se me hicieron eternos.
Al ir al primer control le conté a el doctor lo pasado, me dijeron que Eze había agarrado mal la teta, para mi era que había nacido con el frenillo corto y no contaba con toda la movilidad de la lengua…me explica que el dar la teta es todo un aprendizaje y que en cada toma, aprenderíamos juntos.

Las tomas eran frecuentes y extensas por suerte contaba con el tiempo, la dedicación y el apoyo.
A los tres meses sufrí un cólico biliar eso me provoco una colecistitis + un síndrome coledociano en otras palabras comenzó a ponerse toda mi piel cada vez mas amarilla.
Me internaron y desde el principio preguntamos si podíamos seguir dándole el pecho y seguí. Solo veía a mi bebé dos o tres veces al día, pues no contaban con una habitación para que pudiera estar con él, ahí me di cuenta cuanta leche es capaz uno de producir y cuanta tomar un bebé.
El post operatorio fue complicado emocional y físicamente.
Emocional: estuve una semana sin ver a mi chiquitito, nos recomendaron que no le demos esa leche por todos medicamentos que me estaban administrando, solo hablaba por teléfono con él.
Físicamente: quede anémica nuevamente al igual que en el postparto, sin fuerzas y tenía dos sondas.
Al darme el alta, para mi sorpresa el doctor me dijo que me llevaba a mi casa un sonda (la biliar), pensé que seria por unos días pero resultaron ser dos meses y medio.

Ya en casa con la ayuda de mi madre que viajo nuevamente de a poco retome mi vida … en momentos estaba bien pero en otros me sentía muy triste, imposibilitada para ciertas cosas… alzarlo, poder acudir a él cuando se despertaba a la madrugada, me costaba sentarme, acostarme (todo movimiento).
Tarde tres o cuatro días en terminar los medicamentos para retomar la teta, y fue un trabajo, difícil pero con final feliz! Intentamos darle de varias formas y en varios lugares, cada vez que lo requería. Para ello trabajó toda la familia, no nos podíamos permitir perder ese tesoro tan preciado.
Hoy, Eze tiene dos años y medio, seguimos con la lactancia, ese acto de amor inmenso!!

martes, 3 de agosto de 2010

Relato de Abu Sechs

Comenzar a pensar en mis tetadas, es todo un trabajo, dado que mi hijo mayor tiene 38 años y la hija menor cumplió hace poco 21 años. Y… bueno… es todo un desafío. Piensen chicas que esto sucedió hace unos cuantos años. La verdad que no sé por dónde empezar. Dar de mamar era algo natural. Era el alimento natural. Y así lo amamanté. Cada tres horas como decía el pediatra, a veces menos.
Recuerdo, principalmente a la noche que le terminaba de dar la teta, y apenas dormía un ratito, y ya estaba otra vez llorando, pidiendo su teta. Lo mismo pasaba durante el día, se me hacia corto el tiempo para atender la casa. Por suerte tenía a mi mamá cerca. Ella fue la que me enseñó a darle la teta. Tanto yo como mi bebé éramos muy nerviosos. El quería tomar y como salía tanta leche, le bañaba la cara y el cuerpo y se atragantaba y lloraba, y yo me ponía mal, así fue hasta que empezamos a entendernos. Lo que sí, tenía mucha leche, chorreaba de leche y en aquella época no había los protectores y todas las cosas que hay hoy en día, así que me protegía con pañuelos, y cuando salía llevaba varios pañuelos y las remeras o vestidos estaban siempre manchados con leche derramada que al secarse se acartonaba. Lo amamanté un buen tiempo y luego pasó a la leche en polvo S26, no sé si todavía existe. Tenerlo en brazos y amamantarlo era una delicia, era como una especie de arrobamiento.
Con Gabi, la segunda, la experiencia fue distinta, la tuve poco tiempo a la teta ya que me quedé sin leche muy pronto, no recuerdo porque y antes de los tres meses ya le daba sus primeras papillas. ¡Qué distinto era todo! A la distancia, pienso que con un buen asesoramiento la cosa hubiera sido distinta.
Dani tomo teta hasta que empecé a trabajar. Tenía unos dos meses y cuando iba al trabajo la dejaba en la casa de mi suegra. Como lloraba, mi suegra le empezó a dar papillas sin esperar que yo llegue del trabajo. Yo llegaba con los pechos llenos de leche, y Dani ya había comido algo. Así, de a poco la desteté y comenzó con la mamadera. Cuando tuve a Guille y a Bar, nos arreglamos para que se queden en casa y alguien los atienda. Al mismo tiempo acomodé mis horarios de trabajo a sus tetadas, y tomaron Guille hasta el año, después pasó directamente a la leche de vaca. Recuerdo la leche me la traían de la chacra en bidones de plástico, más de una vez tenía algún pastito o bichito flotando. La leche la hervía y Guille la tomaba sin problemas. Hoy es un muchacho de 1,90 y 90 k de peso. Nunca la leche de vaca, así cruda le trajo ningún problema. A Bar la tuve a los 40 años y le di teta hasta los cuatro años. Era muy demandante, hasta el día de hoy lo es. Recuerdo que iba al jardín y cuando me hicieron la entrevista inicial y me preguntaron si tomaba teta o mamadera, dije:” ¡NO!” Me daba vergüenza. Eso no se hacía. Recuerdo, luego conversando con otras madres que a ellas les pasaba lo mismo, les seguían dando teta a sus hijos a pesar de que estaban en la sala de tres o cuatro años.

Otra cosa, recuerdo todo lo que se comentaba y recetas que se daban hace unos años para que los bebes dejen la teta. Lo razonable era darles más o menos hasta el año. Luego BASTA DE TETA. Entre las recetas había ponerle algo amargo al pezón o pimienta para que el pequeño no la quiera más.
Otra cosa que me acuerdo, en esto de deshilvanar recuerdos, que amamantábamos a nuestros hijos en la intimidad. Lejos de la mirada de los curiosos y menos de los hombres. Cuando había que darle la teta al hijo se iba a un cuarto separado. Y si había que darle la teta en un lugar pública, se cubría la teta y la cabecita del bebé con una mantilla o un pañal. No se podía andar mostrando las tetas. ¡Qué vergüenza nos daba…!
Había tiempos, tiempos para dejar la teta, tiempos para dejar la cama de los padres, tiempos para dejar la habitación de los padres, tiempo para dejar los pañales. Esos tiempos angustiaban tanto a la mamá como al bebé.
Por suerte algo está cambiando.